"La poesía es como el viento, o como el fuego, o como el mar.
Hace vibrar árboles, ropas, abrasa espigas, hojas secas,
acuna en su oleaje los objetos que duermen en la playa..."

José Hierro

lunes, 21 de mayo de 2012

"El limonero lánguido" (Machado)















Éste es otro poema de Machado en el que recuerda su infancia. A él nos remite directamente uno de los poemas dedicados a Guiomar: No sabía / si era un limón amarillo  / lo que tu mano tenía, / o un hilo del claro día, / Guiomar, en dorado ovillo. 

El limonero lánguido suspende
una pálida rama polvorienta 
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo sueñan
los frutos de oro...

Es una tarde clara,
casi de primavera,
tibia tarde de marzo
que el hálito de abril cercano lleva;
y estoy solo, en el patio silencioso,
buscando una ilusión cándida y vieja:
alguna sombra sobre el blanco muro,
algún recuerdo, en el pretil de piedra
de la fuente dormido, o, en el aire,
algún vagar de túnica ligera.
En el ambiente de la tarde flota
ese aroma de ausencia,
que dice al alma luminosa: nunca,
y al corazón: espera.

Ese aroma que evoca los fantasmas
de las fragancias vírgenes y muertas.

Sí, te recuerdo, tarde alegre y clara,
casi de primavera,
tarde sin flores, cuando me traías
el buen perfume de la hierbabuena,
y de la buena albahaca,
que tenía mi madre en sus macetas.

Que tú me viste hundir mis manos puras
en el agua serena,
para alcanzar los frutos encantados
que hoy en el fondo de la fuente sueñan...
Sí, te conozco, tarde alegre y clara,
casi de primavera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario